jueves, 7 de junio de 2012

Claude debussy: Claro de luna

Nada hacía presagiar que el niño Achille-Claude Debussy, finalmente autor de más de 800 obras para orquesta, instrumental y de cámara, estaba predestinado a la música. Su genealogía apuntaba a cualquier cosa menos al arte. Nacido en 1862 en una pequeña ciudad situada a orillas del Sena, su bisabuelo había abierto un taller de cerrajería en París luego de casarse con la hija de un carpintero, y un tío, hermano de su padre, ejerció asimismo el noble oficio de la carpintería de banco.

El padre de Claude, por su parte, se enroló muy joven en la infantería de marina y luego probó suerte en las más diversas profesiones. Cuando en 1871 se desencadenaron los sucesos de la Comuna de París quiso tocar también el cielo con las manos y se unió a las filas de los revoltosos. El fracasado levantamiento terminó con él juzgado y enviado a la cárcel durante un año. Las circunstancias luego se conjugaron para que la madre de otro comunero preso se interesara en la familia del compañero de su hijo. Discípula de Chopin, según ella misma, no tuvo dificultades para intuir la disposición musical del niño Claude.

Madame Mauté de Fleurville, que así se llamaba la pretendida discípula de Chopin, preparó gratuitamente a Claude para su ingreso al Conservatorio de París, lo que consiguió en 1872. Ocho años más tarde, una gran dama rusa, Nadezhda von Meck, amiga y protectora de Tchaikovski, solicitó al Conservatorio que le proporcionara un joven pianista para dar lecciones a sus hijos. El elegido fue Claude. Al año siguiente, la señora von Meck lo invitó a unírsele en un viaje a Moscú. El verano siguiente, Claude se repitió el plato, con lo que la confianza en sí mismo debe haber experimentado un salto descomunal, y entonces cometió el error.

Con sorprendente audacia, Claude se atrevió a pedir a la señora von Meck la mano de su hija Sonia. La señora von Meck escuchó su petición mientras observaba el jardín a través de los ventanales. Luego volvió la cabeza y le preguntó a Claude si no le molestaría regresar a París en el próximo tren.

Claro de luna de la Suite Bergamasque
El célebre Claro de Luna de Debussy es una de las cuatro piezas que conforman la Suite Bergamasque, si bien el proyecto inicial, de 1890, no la contemplaba. En una revisión muy posterior, en 1905, Debussy sustituyó dos de las cuatro piezas originales. El Claro de Luna es uno de estos reemplazos y posiblemente la pieza que terminó por hacer popular a la suite completa.





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