sábado, 7 de septiembre de 2013

Requiem de Verdi - Dies Irae - Claudio Abbado

Tras este parón estival que me ha mantenido alejado de mi blog. Vuelvo con energías renovadas para seguir subiendo a este humilde foco de cultura musical, grandes obras de la música. En este caso, una pieza del romanticismo italiano, "El requiem de Verdi"

Pero no puedo abarcar en un solo post tan magna obra, pues no sería justo para con tan gran monumento musical. Es por ello que me quiero centrar en un solo movimiento de este requiem, el Dies Irae, y mas en concreto en una interpretación de tal movimiento.

Es bien sabido que el requiem de Mozart es en gran medida la cima de un compositor que ya de por sí, estaba a nivel superior, mas puedo decir sin temor a equivocarme, que el Dies Irae del requiem de Verdi, no tiene nada que envidiar al de Mozart y, aun si cabe, lo supera en ciertos aspectos.

Nada mas terminar el Kyrie Eleison, no sabemos lo que nos va a llegar, pero al comenzar este canto medieval llamado Dies Irae, podemos ser consciente de por qué habla de el dia de la ira.

Estoy seguro de que si la ira de Dios se hiciese música sonaría de esta manera. Una entrada fortissima por parte de toda la orquesta, destacando el viento-metal, con esas sincopas que crean un efecto de ansiedad en el oyente que te hace incorporarte del asiento, y entonces la Orquesta calla, para dejar paso a una fanfarria de trompetas situadas en diferentes lugares de la Sala, que van llamándose unas a otras, contestándose, llamando a la resurrección de la carne, al Juicio Final… El Coro se une, a continuación, junto con la Orquesta en pleno a la llamada de las trompetas… Oíd cómo los muertos se levantan de sus tumbas… Oíd cómo acuden, obedientes, a la llamada… Oíd. Y alucinad.

Pero antes he comentado que no solo quería centrarme en un movimiento si no que quería mostrar una interpretación de esta pieza....


En el año 2000, se le diagnosticó un cancer de estomago al gran maestro Claudio Abbado, director de la Berliner, un año después, tras perder parte de su sistema digestivo pero afortunadamente superar el cancer, quiso volver a los escenarios, y la obra elegida para su regreso fu la que hoy tratamos. 


Es impresionante el rostro de Claudio, que es casi el rostro de la muerte interpretando dicha obra. 


A continuación dejo dos videos. En el primero podemos disfrutar del Dies Irae que hemos comentado. El segundo es el final del requiem entero, si terminais de ver el video o lo pasáis hasta el final, podréis observar a un Claudio Abbado exhausto, y a un público fascinado, que tarda en aplaudir casi 30 segundo desde que concluye la obra por el mas el gran respeto que se le tiene al director. No tiene desperdicio.












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